El entorno laboral debe contar con óptimas condiciones de ambiente y mobiliarios. Una característica de mucha importancia es la adecuada iluminación del lugar de trabajo. Una luminosidad deficiente no solo afecta a la salud del personal, además infiere en el rendimiento, y en la productividad de la compañía.
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Importancia de una adecuada iluminación en el lugar de trabajo
Cerca del 80% de la información de nuestro entorno la obtenemos mediante el sentido de la visión, y la adecuada iluminación del lugar de trabajo optimizara nuestra visión.
Una apropiada luminosidad evitará que los empleados cometan equivocaciones y sufran incidentes causados por fatigas visuales. Además, estas originan problemas secundarios como dolor de cabeza, irritabilidad, etc. Esto produce una disminución en el desempeño laboral perjudicando la producción de una empresa.
Cómo se logra una iluminación adecuada en las oficinas
Debemos asegurar una correcta luminosidad del área laboral. Así, el equipo puede diferenciar y apreciar colores, formas, desniveles y objetos en movimiento. Es importante que pueda observar con facilidad, sin interferencias y, además, asegurando una comodidad visual.
Conseguir la correcta iluminación del lugar de trabajo, en el caso de la oficina, requiere el cumplimiento de la normativa de oficinas en España. Esta incluye varios aspectos técnicos que aseguran una adecuada orientación de la luz. A continuación explicamos brevemente estos aspectos.
Normativa y aspectos técnicos en la iluminación de oficinas en España
Si vas a emprender en algún negocio y utilizarás oficinas, necesitas cumplir con las normativas de iluminación sustentada en la ley Real Decreto 486 de 1997.
Esta ley establece mínimos requerimientos de seguridad y cuidado en líneas de trabajo especificados en diversos capítulos. El anexo IV menciona específicamente las circunstancias de iluminación en espacios donde se desenvuelva alguna práctica laboral.
Entre los puntos considerados en la normativa están:
- Iluminación Adaptada: se adaptará la iluminación en áreas de acuerdo a las especialidades de la tarea llevada a cabo en ella. Deben tomarse en cuenta riesgos de seguridad y precisión visual requerida para efectuar las tareas.
- Tipo de Iluminación: preferiblemente de origen natural, y si esta no asegura una visión adecuada debe complementarse con luz artificial. En su defecto se debe emplear luminosidad artificial absoluta, con auxiliares lumínicos en sitios concretos donde sea imprescindible un aumento de iluminación.
- Niveles mínimos de luminosidad de acuerdo al espacio laboral
- Corredores y áreas de movimiento: entre 150-500 lux
- Lugares destinados a archivos: entre 100-400 lux
- Área administrativa: 400-700 lux.
- Área creativa, tableros de diseño: entre 600-1500 lux.
- Salones de asambleas (luz general): entre 200-350 lux.
- Salones de asambleas (luz puntual): entre 400-700 lux.
Como se especifica consisten en niveles mínimos, los cuales debes duplicar en los siguientes casos:
- Áreas donde exista riesgo evidente de caídas e incidentes, debido a la característica de la actividad o por estructura arquitectónica del área.
- Lugares donde se presente falla de apreciación que resulte riesgosa para el empleado, y a terceros. Cuando la diferencia de iluminación entre el elemento a observar y la base sea tenue.
Porque es importante la distribución de la luz
La distribución y orientación de la luminosidad debe ser lo más pareja posible. Aquí radica su importancia, es necesario que la iluminación se mantenga bien distribuida de acuerdo a las necesidades visuales de cada tarea a efectuar. Es prioridad la luminiscencia a materiales empleados para trabajar, sin provocar reflejos sobre el mismo.
Debes evitar refracciones directas de irradiación solar o artificial con elevada iluminación. Asimismo impedir refracciones indirectas en superficies encontradas en el espacio de maniobra y sus entornos. Descarta emisiones de luz que generen alteración visual de intermitencia y provoquen efectos estroboscópicos.
Modelos de luz y recomendaciones para una oficina
Cuando planificas el diseño de iluminación para oficinas debes considerar los modelos de luminarias a emplear, tomando en cuenta tres maneras: iluminación general, puntual y decorativa.
Iluminación general
Provee de luz absoluta y homogénea en espacios laborales, colocándolas en techos y paredes dependiendo de los requerimientos de iluminación recta o difusa.
En este modelo de iluminación se emplean Downligths empotrables, y lámparas colgantes de oficinas, de acuerdo a la normativa. Estas suministran una excelente iluminación del lugar de trabajo, además que son luces de escaso consumo energético. A continuación te mostraremos algunos productos que puedes usar de manera efectiva para iluminar tu oficina.
Iluminación Focal
La luminaria focal concentra la luminiscencia en un espacio individual de tamaño reducido. El modelo de irradiación lumínica emplea luz directa y con mayor intensidad, empleando luminarias tipo “flexo”. Estas inciden únicamente en la superficie de un tablero o mesa.
También se obtiene luz puntual mediante la instalación de regletas colgantes y para empotrar. En el mercado hay diversos productos que pueden cumplir perfectamente con el objetivo de este tipo de iluminación. Además hay gran variedad de estilos y diseños, como puedes ver a continuación.
Iluminación decorativa
Aparte de ofrecer un entorno laboral seguro y confortable debe lograrse la armonía entre la luminosidad y decorado. Para esto existe un modelo de iluminación estética empleando luminarias de pie y mesa perfectas para enriquecer áreas como recepción, estancias de reposo y de espera.
La intensidad de luz empleada aportará un ambiente cálido en áreas comunes. Además, da un toque distinguido y de sofisticación. A continuación te presentamos algunas ideas geniales para aportar luz y elegancia a tus espacios de trabajo.
Al cumplir estos requerimientos, brindarás un espacio agradable para que tus trabajadores efectúen sus actividades con mayor sentido de satisfacción. Esto tendrá una favorable repercusión en la marcha eficiente de la empresa, además de reducir riesgos laborables imprevistos.
